Jose Ignacio de Sola Tamames. Resiliencia y solidaridad

Nombre JOSÉ IGNACIO

Apellidos: DE SOLA TAMAMES

Fecha de nacimiento: 15/08/1932

Fecha de defunción:

Lugar de nacimiento: Irun

¿Dónde vivió?: Francia

Estado civil: Casado

¿Tenía hijos/as? 2 hijas

LA HISTORIA DE JOSE IGNACIO DE SOLA

José Ignacio de Sola nació en Irún el 15 de septiembre del 1932. Su padre fue tornero en la compañía del Norte de ferrocarril y su madre trabajaba en Hendaya. Vivía en Irún una vida sin dificultades cuando estalló la Guerra Civil Española. Bombardean Irún y un obús destroza su casa. Huyen a Hodarribia y desde Hondarribia parten en una lancha al puerto de Caneta a Hendaya. Gracias a amistades de su madre, les acogen y permanecen unos días en Hendaya, pero debido a la condición republicana de su padre, y al hecho de que la república Española resistía en la parte de Cataluña, parten a Barcelona donde permanecen durante un tiempo. Con apenas nada para comer aprovechaban que su padre era ferroviario para hacer viajes en tren y pedir comida a los caseros para poder alimentarse. Comienzan los bombardeos en Barcelona y en estos bombardeos José Ignacio es testigo de escenas dantescas, de gente herida y  cadáveres en las calles. Durante estos sucesos se escondían en el metro y en las bodegas de la casa de unos familiares donde vivían.

Republicanos en Hendaya

Republicanos y republicanas en la estación de Hendaya.

Llevaban una temporada viviendo en Barcelona, cuando el ejército de Franco tomó la ciudad por lo que huyen andando a Francia. Cuando podían cogían un camión o un carro, dormían en los bosques y regularmente oían las ametralladoras de los aviones del ejército franquista. Cuando llegaban los aviones se escondían en las cunetas y la supervivencia era cuestión de suerte. Conocieron a una familia cuyos miembros fueron muriendo uno a uno en el transcurso del viaje, víctimas de las ametralladoras, al final solo quedó una niña que al llegar a la frontera las autoridades retuvieron y no la dejaron que fuese con ellos. Desde la frontera les llevaron al centro de Francia, a Clermont Ferrand, donde estuvieron  en un convento de monjas bien atendidos. A su padre le mandaron a Argeles Sur-Mer (Perpiñan) donde pasó grandes dificultades y mucha hambre.

En vigencia todavía la república francesa, su padre consiguió un trabajo de Tornero en Oloron-Sainte-Marie mientras residía de Arudy, un pueblo cercano. Estuvieron separados un tiempo, pero gracias a la Cruz Roja y el Gobierno Vasco del Lehendakari Aguirre pudieron reagruparse porque disponían de ayudas para la reagrupación familiar. Lograron localizar a José Ignacio, su madre y su hermano y se juntaron todos en  Arudy. Permanecen en Arudy un año donde vivieron en buenas condiciones y José Ignacio  iba a la escuela. José Ignacio  recuerda que pese a encontrar un periodo de calma en este pueblo, en la escuela seguía estigmatizado y le golpeaban con una regla en la manos y le insultaban llamándole “rojo”.

Entran los alemanes en Francia y se instaura el gobierno de Vichy. La familia de José Ignacio  es capturada en su casa de Arudy al ser considerados “Indeseables”. Son llevados a un campo de refugiados cercano a Pau. Desde ese campo son trasladados a la estación, en el trayecto al campo cruzan la ciudad sufriendo la mirada de asco y reproche de la población. A José Ignacio  le obligan a entregar su bicicleta que le habían traído los reyes a un niño de la ciudad. En tren son trasladados al campo de refugiados de Gurs cuyas dimensiones eran 2 km de largo y 700- 800 metros de ancho. El campo estaba dividido en dos partes, por un lado las mujeres y por otro lado los hombres. José Ignacio  contaba con 8 años de edad y se quedó con su madre, ya que a partir de los 13 años se iban con los hombres.

Por el campo llegaron a pasar 60.600 personas y en permanencia estaban de 12.000 a 14.000 personas. Al principio en el campo estuvieron presos miembros del ejército republicano español, y llegaron a estar 6.555 vascos, ya que estaba cerca de la frontera. El campo estaba en buenas condiciones y  estaban bien alimentados. Pero cuando llegó José Ignacio  y su familia el campo estaba muy deteriorado y las condiciones generales habían empeorado. Cuando llovía el barro les llegaba hasta las rodillas. Los barracones, donde se hacinaban 60 personas no tenían ventanas. Para lavarse solo había un pequeño depósito de agua, si no se levantaban temprano, se quedaban sin agua el resto del día. Las letrinas eran corrida y abiertas a la intemperie de los temporales, en verano al estar cerca de las barracas el olor de las letrinas era insoportable. La comida consistía en remolacha, nabos, pan y agua.

Bombardeos de Barcelona.

Presos y presas del campo de concentración Rivesaltes.

Al de un tiempo comenzaron a llevar al campo a judíos y judías. José Ignacio  presenció cómo una mujer judía se negó a comer y murió de inanición en su barracón. Cuando alguien moría tenían que sacarle de la barraca y llevarle a la entrada del campo.

Al llegar los judíos y judías trasladan a José Ignacio  y su familia al campo de Rivesaltes en un tren para transportar ganado. En este campo, expuesto a fuertes vientos de la tramontana, las condiciones siguen siendo muy adversas. Su padre es llevado a trabajar al centro de Francia. La madre de José Ignacio  a través de cartas le pide algo de dinero para poder coger un tren y logran huir del campo y llegar hasta donde estaba su padre. Pero son de nuevo capturados y trasladados al campo de Rivesaltes. Dentro del campo son separados de su madre, que la trasladan con las mujeres y José Ignacio  se queda solo con su hermano.

En Rivesaltes su madre está a punto de ser trasladada a Auschwitz. Pero gracias al conocimiento del idioma francés y ejercer de intérprete consigue permanecer en el campo y reencontrarse con sus hijos. En este campo a veces les sacaban a pasear al bosque y en el bosque conseguían piñas e hinojo que hervían en latas para poder alimentarse.

El padre de José Ignacio  se convierte en un especialista del carbón de madera y consigue un trabajo en el centro de Francia, al conseguir un oficio, a José Ignacio, su madre y su hermano les permiten reunirse con él. José Ignacio y su familia tenían comida pero las situaciones adversas continúan, sufriendo temperaturas bajo cero viviendo en casas sin ventanas.

José Ignacio  no regresará a Irún hasta que no cumple los 35 años de edad, luego regresará a Francia donde reside en la actualidad. Es un ejemplo de resistencia tras haber superado situaciones enormemente hostiles. Un ejemplo de esta resiliencia y coraje es que actualmente José Ignacio colabora con Hezizerb Elkartea y realiza las labores de guía en el campo de Gurs para el programa Orbel Haizea. Programa para la recuperación de la memoria histórica destinado al alumnado, impulsado por el ayuntamiento de Irún y gestionado por Hezizerb Elkartea. Jose Ignacio también Forma parte de la Amicale de Gurs (asociación para la memoria histórica sobre el campo de Gurs).

Campo de refugiados de Gurs.

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