Durante la Guerra Civil y la dictadura franquista fueron muchas las víctimas de graves abusos que el derecho internacional prohibía y condenaba, como tortura, ejecuciones extrajudiciales, ataques contra población civil, persecución política, religiosa o racial, encarcelamientos arbitrarios, trabajos forzados y otros actos definidos como crímenes contra la humanidad.
En ese contexto de violencia colectiva, de vulneración permanente de derechos como la libertad de pensamiento y expresión, algunas personas tuvieron actitudes, reflexiones y actuaciones noviolentas ante determinadas situaciones que, si bien no sirvieron para revertir aquella situación, supusieron ejemplos de convivencia en cada comunidad local donde se realizaron que, en alguna medida, y como ejemplos para otras personas, sentaron las bases sobre las que se habría de intentar construir un futuro en paz.